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Channel: Vida en pareja – Remorada y el Sr. Torres
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Ya la tengo a ella

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Podríamos empezar hablando del viaje a Lima, la operación o alguno de esos asuntos que nos han alejado estos dos meses del blog, pero hemos optado por algo más ligero, una frase que el Sr. Torres ha repetido muchas veces últimamente: «Ya la tengo a ella».

Todo empezó cuando nos preguntaban si tendríamos descendencia. Estábamos seguros de que no tendríamos hijos propios y esto fue definitivo hace un par de años, cuando me despedí de mi útero. Sin embargo, aún contemplábamos otras opciones, como el acogimiento.

Dado que soy una esposa de alta demanda que requiere muchos cuidados y atención, esto también ha sido descartado. No tendremos criaturas pululando por la casa, aunque sí aceptamos visitas de sobrinos, que suelen ser muy graciosos.

Una vez que nuestras amistades aceptaron esta decisión, pasamos a la siguiente pregunta. Sabían que nos encantaban los animales y casi todos tienen alguna mascota en casa. Tal vez tener un perro sería más complicado en nuestras circunstancias – poco tiempo, casa pequeña, viajes constantes – pero un gato es ideal. El mes que pasamos en Lima tuvimos al gato de mi hermana abonado en nuestra habitación.

El caso es que en ese tiempo mi hermana y el Sr. Torres comparaban al gato… ¡conmigo! Que hacíamos lo que nos daba la gana, que únicamente aceptábamos mimos cuando nos venía bien, que dormíamos donde sea, que éramos muy pesados cuando queríamos, que éramos gourmets… e incluso que teníamos el pelo de un color parecido.

Así que el Sr. Torres decidió que ya no necesitábamos un gato en casa porque yo cubría ese rol.

Hasta aquí me parecía divertido, siempre me han gustado los gatos. El problema es que ahora hay entre nuestros círculos una tendencia cada vez mayor de tener plantas en casa.

Nosotros empezamos la andadura de este blog cultivando una cebolla, pero cuando se convirtió en tres cebollinos nos hicimos una tortilla y así acabó la aventura. También tuvimos un cactus que nos regalaron en un evento y lo perdimos. Pasaron meses sin saber dónde se habría metido y cuando lo encontramos era demasiado tarde.

Nuestra casa tiene una ventilación y una luz muy bonitas, así que cada vez más a menudo escuchamos a alguien diciéndonos que en nuestro balcón quedaría muy bien alguna plantita.

El Sr. Torres – que en los últimos tres años ha sido enfermero dedicado en tres post-operatorios y virus varios, que conoce antes que yo lo que necesito y que sabe que me es muy fácil pasar horas prácticamente inmóvil y en silencio, leyendo, resolviendo juegos de lógica o viendo alguna serie – ha dispuesto que si nuestra vida fuera una obra de teatro, yo haría el personaje de Maceta 1.

Desconfíen de sus parejas cuando les digan eso tan manido de

«lo eres todo para mí».

Este post fue escrito ayer por la mañana. En un giro de los acontecimientos, a mediodía nos regalaron una orquídea moradita preciosa de flores chiquitinas. Tal vez esto sea, de verdad, un nuevo comienzo. 

The post Ya la tengo a ella appeared first on Remorada y el Sr. Torres.


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